¿Qué es mejor: invertir en CETES o en departamentos de lujo?


¿Qué es mejor: invertir en CETES o en departamentos de lujo?

Cuando se habla de inversiones, siempre aparece el mismo debate.

Alguien dice: “¿Para qué meter dinero en un departamento si los CETES pagan más y son más seguros?”

Y, a primera vista, parece tener razón.

En 2023, por ejemplo, los Certificados de la Tesorería (CETES) ofrecían tasas de hasta el 10% anual.

Mientras tanto, las rentas de un departamento rondaban entre el 7% y el 10% al año.

Pero la comparación es engañosa.

Porque los CETES, aunque útiles, tienen una característica que los limita: son instrumentos estáticos.

Te pagan lo que prometen, sí, pero nunca generan más allá de ese porcentaje.

No crean plusvalía.

No construyen patrimonio.

Un departamento en una zona estratégica, en cambio, es un activo real que funciona en dos frentes al mismo tiempo:

  1. Flujo inmediato: a través de las rentas.

  2. Crecimiento de valor: con el tiempo la propiedad gana plusvalía.

La ilusión de la rentabilidad rápida

El atractivo de los CETES es su simplicidad.

No requieren esfuerzo, no hay riesgo aparente, y todos los meses recibes tu interés.

Eso los hace ideales para quien busca liquidez rápida y certidumbre en el corto plazo.

Pero aquí está la trampa:

Si te quedas solo en ese tipo de inversión, tu dinero nunca crecerá más allá de la tasa prometida.

Es como estacionar tu auto con el motor encendido: sí se mantiene activo, pero nunca avanza.

El poder de un activo real

Invertir en departamentos —especialmente en destinos turísticos cerca de la playa o en polos de crecimiento como Orlando o la Riviera Maya— abre otra dimensión de beneficios.

  • Rentas inmediatas: ingresos en dólares si eliges proyectos internacionales, o en pesos si inviertes localmente.

  • Plusvalía acumulada: el terreno y la construcción aumentan de valor con los años, especialmente en zonas de alta demanda.

  • Patrimonio tangible: algo que puedes heredar, vender o incluso disfrutar con tu familia.

  • Protección contra la inflación: mientras el valor del dinero cae, la propiedad suele subir.

El resultado es un crecimiento compuesto: ganas hoy con rentas, ganas mañana con la revalorización.

Comparación clara: CETES vs. Departamentos

Imagina que inviertes $1,000,000 de pesos en cada opción durante 10 años.

  • CETES al 10% anual: al final tendrás $2,593,742 pesos.

  • Departamento con renta del 8% anual + plusvalía del 5% anual: al final, además de haber recibido $800,000 pesos en rentas acumuladas, tu propiedad puede valer $1,629,000 más de lo que pagaste.

    En total: más de $2,400,000 pesos entre flujo y valorización, además de seguir siendo dueño del activo.

¿La diferencia?

Los CETES te pagan intereses, los departamentos te pagan intereses y te dejan el activo creciendo.

No es todo o nada: diversifica

Esto no significa que los CETES sean malos.

Al contrario: pueden ser una excelente herramienta para liquidez rápida, para crear un fondo de emergencia o para manejar dinero que vas a usar pronto.

Pero si tu objetivo es construir un patrimonio que crezca con el tiempo, necesitas activos reales.

Necesitas bienes raíces que combinen rentas, plusvalía y seguridad jurídica.

El error más común es pensar que hay que elegir uno u otro.

En realidad, el secreto de los inversionistas inteligentes está en la diversificación.

Una parte en instrumentos financieros para liquidez.

Otra en activos tangibles que construyan riqueza a largo plazo.

Conclusión: la clave está en tu visión

Si tu único objetivo es liquidez inmediata y cero complicaciones, los CETES cumplen.

Pero si quieres construir un patrimonio real, transmitir seguridad a tu familia y generar ingresos pasivos en dólares, los departamentos en zonas estratégicas no tienen comparación.

La diferencia está en la visión.

¿Quieres estacionar tu dinero… o quieres que crezca mientras tú disfrutas los beneficios?

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