Cuando escuchas la palabra tequila, probablemente piensas en fiesta, celebración o en una buena plática entre amigos. Pero difícilmente piensas en hidratarte. Y tiene lógica: nadie en su sano juicio, con verdadera sed, trataría de calmarla con un caballito de tequila.
¿La razón? Muy simple: el alcohol no hidrata, al contrario, deshidrata. Si lo tomas en lugar de agua, solo agravas el problema.
Lo curioso es que muchos inversionistas cometen el mismo error cuando se acercan al mundo de los bienes raíces. Quieren resolver necesidades financieras reales (como flujo constante, patrimonio sólido o vacaciones familiares) con el equivalente de un caballito de tequila: el modelo equivocado de inversión.
Hoy quiero contarte por qué pasa esto, cómo evitarlo y cuál es el camino correcto para que tus inversiones en la playa no te dejen con “resaca financiera”.
Piénsalo. Muchos llegan al mercado inmobiliario con expectativas equivocadas. Creen que al comprar un terreno hoy, mañana van a estar recibiendo rentas, o que con un modelo de preventa van a tener dinero entrando en semanas.
Eso es exactamente como querer hidratarse con tequila.
Un terreno puede ser excelente para generar plusvalía en mediano plazo, pero si lo que necesitas es flujo inmediato, te frustrarás. No porque el terreno sea malo, sino porque elegiste el vehículo equivocado.
La moraleja es clara: el problema no está en la inversión, sino en la falta de claridad del propósito.
En Nómadas Inversionistas lo repetimos siempre: no todas las inversiones sirven para lo mismo. Igual que en tu alacena no usas un cuchillo para servir sopa, en bienes raíces cada modelo tiene su propósito.
Este modelo es como plantar un árbol. Necesita tiempo para crecer, pero cuando lo hace, el valor puede duplicarse o triplicarse en algunos años. Ideal si tu objetivo es construir patrimonio y dejar un legado.
Ejemplo: un lote urbanizado con calles, servicios y amenidades. No genera flujo hoy, pero sí una apreciación clara en 3 a 5 años.
Aquí hablamos de departamentos o casas que puedes rentar de inmediato. Este modelo sí da flujo, porque desde el primer día que entra un inquilino, empieza a generar ingresos. Pero normalmente la plusvalía es más moderada.
Ejemplo: un condominio con administración incluida en una zona turística. Ideal para quien busca ingresos mensuales constantes.
El más innovador. Te permite tener un pedazo legal de un departamento de lujo, disfrutarlo para vacaciones premium y además recibir ingresos cuando no lo usas. Perfecto para quien quiere combinar disfrute con rentabilidad.
Ejemplo: un departamento en Orlando a 5 minutos de Disney World, con amenidades de lujo y administración completa.
El error que destruye patrimonios es creer que toda inversión debe hacerlo todo. Y no es así.
Si quieres flujo inmediato, invierte en productivas.
Si quieres crecimiento a futuro, invierte en terrenos.
Si quieres vacaciones premium y rentabilidad, invierte en fractional.
Pero nunca esperes que un terreno te dé flujo mañana, ni que una propiedad productiva se multiplique en valor como un terreno bien ubicado.
Es exactamente lo que decía al inicio: no intentes calmar tu sed con tequila.
Hace unos años conocí a una persona que compró un terreno ejidal con la esperanza de rentarlo rápido. La promesa era “barato y con gran potencial”. Pero al no poder escriturar ni ponerlo en renta, el terreno se volvió una carga.
El problema no era el terreno en sí, sino que lo quiso usar para un propósito equivocado. Fue como pedirle al tequila que lo hidratara.
Lo primero es educación. Entender que cada modelo sirve para un objetivo.
Lo segundo es acompañamiento. No necesitas aprender todo solo; puedes apoyarte en comunidades y expertos que ya filtraron los proyectos, para que no termines atrapado en un fraude o en un error por desconocimiento.
Y lo tercero es estrategia. Construir un portafolio diversificado que incluya los tres modelos: terrenos, productivas y fraccionales. Esa es la manera de tener un patrimonio blindado y equilibrado.
Cuando quieras celebrar, brinda con tequila. Pero cuando quieras hidratarte, toma agua.
Y cuando quieras construir patrimonio sólido en bienes raíces, elige el modelo adecuado para tu propósito.
No caigas en la trampa de pedirle a tu inversión que haga lo que no puede hacer. Eso solo genera frustración.
La verdadera inteligencia está en saber qué modelo elegir en cada etapa de tu vida financiera.
Si quieres aprender más sobre cómo hacerlo, y descubrir ejemplos claros de inversiones en la playa que hoy mismo pueden acercarte a tus objetivos, aquí tienes el siguiente paso:
Ahí compartimos estrategias, casos reales y oportunidades que no verás en otro lado.